Momarandu
La
periodista francesa Marie Monique Robin, quien estuvo en Corrientes declarando
en el juicio que se sigue a militares por delitos de lesa humanidad, afirmó que
'tener el 50% de la superficie plantada con soja transgénica es un suicidio
planificado', en relación a las 16 millones de hectáreas de suelo argentino
dedicado a esa plantación.
Robin
adelantó material de su próximo trabajo, un documental llamado 'El mundo según
Monsanto', donde relata los peligros que significa el avance de esta firma
productora de soja transgénica en la monopolización de la producción de
alimentos mundial y, específicamente, en Argentina.
La
entrevistada también se refirió al reciente conflicto agrario y calificó de un
'error' del gobierno nacional el no diferenciar a los pequeños productores de
los grandes en el conflicto rural, ya que 'nada tiene que ver un productor de
menos de 100 hectáreas con un gran sojero'.
Robin
explicó que 'Monsanto es la empresa norteamericana que hace los transgénicos, y
hay que entender que tener 16 millones de hectáreas de soja transgénica es un
peligro, porque esta soja fue manipulada para realizar fumigaciones de
glifosato, y muchos científicos afirman que eso da cáncer'.
'El
glifosato queda en el agua y en el aire y eso en poco tiempo va a generar
problemas de salud muy grande', afirmó Robin.
'Yo se que
cuando entró la soja transgénica al país había un gobierno muy débil como el de
Menem y que había que salir de una crisis económica con la soja que tenía buen
precio internacional, pero hay que pensar bien a lo que puede llevar esto',
señaló.
Agegó que
esto 'trae un problema de medio ambiente pero también sanitario porque no se
sabe bien todavía los alcances que puede acarrear la deformación genética que
puede producir el consumo de soja transgénica'. 'También es un problema
económico porque los grandes pooles de siembre internacional están ejerciendo
una gran presión sobre el precio de la tierra para comprar la mayor cantidad de
terreno posible'.
Y, como si
fuera poco, también esos grandes pooles 'están provocando también la
deforestación de grandes extensiones de campo como es el caso de Santiago del
Estero cuyos efectos de la deforestación ya se están viendo con las
inundaciones en Santa Fe'.
A su vez
'las fumigaciones con agrotóxicos que demanda este tipo de plantaciones está
derribando las producciones de los pequeños productores que no pueden seguir
con las plantaciones de alimentos básicos como las verduras o el arroz, etc.;
hasta los tambos están desapareciendo en la zona de La Pampa, entonces esta
disminución del agro también provoca un atentado contra la soberanía
alimentaria del país', denunció Robin.
'Es un
riesgo muy grande, por eso hay que entender muy bien los peligros en que se
esta con esta sojización del país', apuntó la periodista francesa.
Sobre otro
aspecto del modus operando de Mosnsanto, Robín habló de la patentización de sus
productos que realizó la empresa norteamericana, 'lo que quiere decir que cada
productor que siembre soja transgénica debe pagar regalías y comprarle las
semillas a la empresa', dijo Robin, que también hablo de la situación en el
mpaís respecto a este tema, afirmando que 'acá en Argentina se esta dando una
batalla muy grande porque no esta permitido patentar sobre semillas pero
Monsanto esta discutiendo mucho el tema de las regalías'.
Como
ejemplo de los peligros de avanzar en la patentización de semillas, Robín puso
como ejemplo lo que sucede en Canadá y EEUU, donde 'hay una policía de los
genes que tiene la obligación de recorrer los campos para verificar que los
productores paguen los impuestos y le compren las semillas a Monsanto, y al
productor que no puede demostrar que compro las semillas y pagó las regalías le
hacen juicio'.
El objetivo
de todo esto es que Monsanto 'acaparé el mercado mundial de semillas y la
cadena alimentaria misma', denunció Robin.
Al ser
consultada sobre el conflicto que se generó en el país tras la medida de
aumentar las retenciones al campo dispuesta por la administración nacional,
Robin opinó que 'el gobierno argentino cometió el error de no diferenciar a los
pequeños productores de los grandes que están ligados a los capitales
internacionales y son los grandes pooles de compra y venta y de siembra a los
que no le interesa el campo sino sacar la mayor cantidad de plata posible'.
'Para
producir soja en una zona de 500 hectáreas sólo hace falta un productor, es una
producción sin productor, encima para un producto que los argentinos no
consumen, es para los pollos de Francia'.
'No
entiendo como la Federación Agraria pueda estar compartiendo un reclamo con los
grandes productores porque nada tienen que ver un pequeño productor de 100
hectáreas con los grandes sojeros que no necesariamente tienen que ser
productores sino un inversionista que invirtió un cantidad de dinero en un
terreno'.
Robin
terminó diciendo que la plantación de soja transgénica es 'un problema para el
consumidor pero también para el productor porque la lógica de los transgénicos
es el monocultivo, y como decía el poeta cubano José Martí 'un pueblo que se
dedica a un solo cultivo se suicida'.
'En
Argentina hay 16 millones de hectáreas dedicadas a la soja transgénica, lo que
significa la mitad de la tierra plantada con ese producto por lo que se está
cometiendo un suicidio programado'.
Fuente: lafogata.org
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