este mes, el ciclo lo dedicamos a grandes juicios...
para empezar, elegimos el caso de dos anarquistas italianos, condenados por crímenes que no habían cometido...Condenados por sus ideales, luchadores por la igualdad y la libertad, un caso que movilizó a la opinión pública, a tal punto que hoy, a más de 80 años, su reivindicación sigue viva
…Ambos formaban parte de un grupo de anarquistas que
participaban en las luchas sindicales contra las condiciones de semi-esclavitud
que imperaban en aquel momento en el régimen laboral norteamericano. El 5 de
mayo de 1920 fueron arrestados en una de las redadas policiales contra los
anarquistas. Y aunque al comienzo fueron acusados de distribuir panfletos
subversivos y de poseer una pistola, poco después las autoridades los
vincularon a un doble crimen que se había cometido, 20 días antes, en South
Baintree. De nada sirvieron las numerosas pruebas que los desvinculaban del
asesinato de Frederick Parmentier, cajero de una fábrica de calzado, y del
guardián Alessandro Berardelli, cometido por dos ladrones que se habían alzado
además con 15.677 dólares y que después huyeron. El proceso comenzó el 31 de
mayo de 1921 y estuvo viciado desde el comienzo. Los jueces no escucharon a un
testigo que declaró a la policía que Sacco y Vanzetti no eran los hombres que
había visto disparar durante el robo. Ni tomaron en cuenta que el cónsul
italiano declaró que, a la hora del crimen, Sacco se encontraba en su despacho.
Ni siquiera que la bala homicida era de un calibre diferente de la del arma
secuestrada a los anarquistas.Peor aún, Sacco y Vanzetti fueron condenados
incluso después de que Celestino Madeiros, compañero de prisión, confesó haber
sido él uno de los asesinos de los empleados de la fábrica de calzado Slater
and Mornil de South Baintree.Tampoco sirvió de nada la ola de indignación que
la injusticia del proceso provocó en la opinión pública norteamericana y
mundial. La evidente persecución ideológica y xenófoba de las autoridades de
EE.UU. quedaba en evidencia en declaraciones como las del presidente del
tribunal, Webster Thayer, que dijo en una de las audiencias: Los imputados en
el asesinato son culpables de socialismo.Un gran movimiento de solidaridad
recorrió el mundo y en casi todos los países se formaron comisiones para
intentar ayudar a los dos anarquistas. A pesar de las prohibiciones, manifestaciones
obreras y protestas multitudinarias se sucedieron en Londres, Nueva Delhi,
París, Roma y Buenos Aires, entre otras capitales del mundo. Por ellos se
produjo la primera huelga internacional (que se cumplió en casi todos los
países del mundo) y pidieron clemencia Einstein, Marie Curie, Bernard Shaw,
Orson Welles y Miguel de Unamuno además de otros intelectuales, científicos,
actores y organizaciones defensoras de los derechos civiles. La ejecución de
Sacco se llevó a cabo a las 0.19 del 23 de agosto de 1927 en la silla eléctrica
y siete minutos después una potente corriente eléctrica acabó con la vida de
Vanzetti.Si no hubiera existido este acto de injusticia probablemente
hubiéramos muerto en el anonimato y nuestras palabras, ideas y sufrimientos no
significarían nada. Desde hoy nuestra muerte es lo único que cuenta. Nuestra
condena se ha convertido en nuestro triunfo, dicen que dijo Vanzetti cuando
supo que el juez Thayer dictó la pena de muerte. Una inmensa procesión acompañó
los dos ataúdes. Después de la ejecución, la Corte Suprema -a través de la Hays
Commission, el órgano de autocensura de los productores cinematográficos-
ordenó la destrucción de todo el material filmado sobre la historia de los dos
italianos. El proceso y su injusticia fue visto más que como una punición
contra Sacco y Vanzetti como un escarmiento para la creciente fuerza del
proletariado norteamericano compuesto por aquellos años de una inmensa mayoría
de inmigrantes. Cincuenta años después de aquel 23 de agosto, Mitchell S.
Dukakis, entonces gobernador de Massachusetts, rehabilitó la memoria de los dos
italianos. Dukakis reconoció formalmente que Sacco y Vanzetti eran inocentes y
que fueron condenados más por sus convicciones políticas y por su condición de
inmigrantes que por cualquier prueba fehaciente contra ellos.

Quedan todos invitados
eSTa NochE, desde las 20.30 con un capítulo de MENTIRA LA VERDAD
EnTRAda LiBRE y GRAtuita!
Organiza CIENVOLANDO –el cine es la excusa-